¡Definitivamente necesitamos que nos ayuden a correr la voz! Tal vez conozca a un primo, sobrina, o nieto que podría usar esta información. Si eres profesor, envía esta información a casa en las mochilas de tus alumnos. Si eres un líder religioso, comparte esta información con su congregación. Cualquiera que trabaje con niños y familias puede contribuir a ayudar a toda nuestra comunidad a mantenerse cubierta y alimentada.